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El fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, detenido en Bahamas, accedió voluntariamente el lunes (19/12/2022) a ser extraditado a Estados Unidos, donde el fiscal lo acusó de ocho cargos en Nueva York.
El abogado de Bankman-Fried, Jerone Roberts, confirmó a los periodistas que su equipo legal estaba preparando los "documentos legales necesarios" para la salida de su cliente de las Bahamas a los Estados Unidos.
Las declaraciones se producen después de una audiencia caótica y confusa en un tribunal de las Bahamas, donde Bankman-Fried había comparecido horas antes sin resolver inicialmente el tema de su posible extradición.
El juicio se produjo después de los informes del día anterior de que el joven financiero, que había caído en desgracia a la edad de 30 años, había cambiado de opinión y no buscaría impugnar su extradición a los Estados Unidos.
Bankman-Fried ha estado encarcelado en el Departamento Correccional de Bahamas desde el martes después de que se le negara la libertad bajo fianza debido al riesgo de fuga.
El fundador de FTX enfrentó ocho cargos, incluidos fraude bancario, lavado de dinero y violaciones de financiamiento de campañas por parte de la Oficina del Fiscal Federal en el Distrito Sur de Nueva York.
Alameda Research era una empresa fundada por el propio Bankman-Fried que supuestamente usó miles de millones de dólares de clientes desprevenidos de FTX para realizar operaciones de riesgo.
Pero las denuncias también tienen una dimensión política: se le acusa de "cometer crímenes contra Estados Unidos al violar las leyes federales sobre dar, recibir y reportar donaciones, obsequios o gastos" incurridos durante las elecciones federales.
Además, Bankman-Fried también enfrenta otra demanda, en este caso de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC, TRUE), que lo acusa de orquestar el fraude de los inversores.
FTX se declaró en concurso de acreedores el 11 de noviembre y, posteriormente, ese mismo mes, el nuevo equipo directivo de la empresa compareció por primera vez ante el tribunal de quiebras de Delaware (EE. UU.) para iniciar el proceso de reestructuración.
La plataforma, que ha sido valorada en 32.000 millones de dólares, puede tener más de un millón de acreedores en todo el mundo. Hasta el momento, la compañía ha admitido que debe más de 3.000 millones de dólares a sus 50 principales acreedores.